CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. por todos cerecero.













por todos

POR TODOS

En medio de la charca, compañeras,

he hallado alondras muertas,

ya que el miedo en las calles es terrible,

al estar el peso de las mafias extendido.

Las alondras en las pozas no respiran

y sus alas estremecen mis entrañas,

la fuerza de su destino hace mella

que acapara los diarios

y los medios de comunicación

de todas las naciones con escamas.

Unos encienden velas en un hemisferio

tocando a la vez LOS SONIDOS DEL SILENCIO, y otros en la otra semiesfera interpretan el PÁJARO CHOGÜI.

Nosotras en las plazas, avenidas, paseos, bulevares, ramblas, rondas, carreteras,

travesías y callejones vamos sintiendo en lo más profundo de nuestra esencia

La Sonata de la Primavera de Antonio Vivaldi y El Sueño de una noche de Verano escrita por William Shakespeare y obra musical de Mendelssohn. Aunque Los Coros de NABUCCO de Giuseppe Verdi los llevamos en lo más profundo, con la ilusión bajo los 206 huesos que forman nuestra osamenta, pero con los pies pisando este PLANETA que hoy está sufriendo por la codicia de unos pocos que se nutren del engaño, del miedo y la soberbia, ya que la avaricia tomó su frente, cerebro y lecho, haciendo lucubraciones para fabricar armas y luego realizar guerras y batallas que generan poder y pasta. Mientras, nosotras continuamos con las antorchas encendidas como lo hacen MILLONES DE MUJERES EN EL GLOBO TERRÁQUEO, SIGUIENDO LOS PASOS DE AQUELLAS OTRAS QUE DIERON LUZ Y SEMBRARON PAZ,

LIBERTAD,

                                         EVOLUCIÓN

                                                                   Y CALMA,

chicha

acompañadas de la armonía del conocimiento y de la sabiduría que desciende en la soledad de cada una de nosotras en nuestro desierto, con la idea universal, sin distinción de razas, ni levantando muros ni barreras

para ensalzar EL AMOR que es una hierba

espontánea y no una planta del edén,

vergel,

     campo,

          bosque

             jardín

                     y parque.

Para rematar cito al compositor y musicólogo

Daniel Alomía Robles con la obra “El Cóndor pasa” : “Tras él la Tierra se cubrió

de verdor, de amor y paz.

Tras él la rama floreció

y el sol brotó en el trigal

en el trigal,

en el trigal”.



C
hicha Cerecero Rego

7 de Marzo 2020